martes, 13 de octubre de 2009

CHERNOBILEKO UMEAK: Desde Chernóbil...

Una familia de la Asociación y trabajadora del hospital de Cruces nos ha enviado esta carta que aparece publicada en el periódico del hospital en el mes de octubre (pág 8). Os invitamos a que la compartáis en este link:




8 comentarios:

Unknown dijo...

que suerte tienen en ese hospital para poder contar con una buena redactora.
has esxplicado muy bien y de forma sencilla por todo lo que hemos pasado todos, me ha gustado mucho y las fotos muy bonitas y alegres

zorionak

Itziar dijo...

Susana felicidades por tu carta,estamos encantados de haberte podido ayudar y no nos tienes que agradecer nada,las familias de apoyo estamos para eso,a los demás también nos ayudaron.
Un abrazo.

Susana dijo...

Me alegro que os haya gustado.
Y como dicen en mi familia: "Es de bien nacido ser agradecido"
Un saludo

Nayi dijo...

A mi también me ha encantado, no solo la carta, si no que se la hayas mandado a la Asociación para que puedan compartirla con tod@s. La verdad es que yo escribí una vez una carta titulada "La hermana que nunca había tenido" y la verdad es que hoy me apetece compartirla con vosotr@s:

"Como a todos los niños cuando son pequeños, a mi también me preguntaron si me gustaría tener un hermanit@ para jugar con él, a lo que yo siempre respondía con un tímido: -estoy bien así-.
Los años han ido pasando y en diciembre de 2007 mis padres me planteron la posibilidad de acoger en verano a una niña de Ucrania afectada por la Catastrofe Nuclear de Chernobil.
Yo, ya adulta, había cambiado mi visión sobre lo que era estar -muy bien- y accedí muy ilusionada a la propuesta de mis padres.
El primer contacto que tuvimos con la Asociación, el día que nos dieron el nombre de la niña... cada uno de esos momentos iban incrementando la ilusión que pusimos en la acogida. Mi madre denominó al proceso - un largo embarazo-.
Toda la familia esperábamos con ilusión la llegada de Yuliya al aeropuerto, a la vez que estábamos inquietos por ser primerizos en la acogida de menores.
Ahora y una vez pasado dos veranos con la niña,y desde la experiencia, puedo decir que han sido dos veranos maravillosos, sin olvidar tampoco los momentos difíciles.
La acogida me ha enseñado lo que es tener a la hermana que nunca pedí y que ahora adoro. Si algo tengo claro, es que Yuliya es parte de mi y se ha llevado a Ucrania un cacho de nuetsros corazones"

Naiara Cruz Sánchez

Susana dijo...

Tu carta tambien es muy bonita. Se nota cuando la gente escribe con el corazòn.
Un saludo.

Unknown dijo...

Hola, soy Susana.
Quiero dar la enhorabuena a todos@s por la recién creada asociación, Chernobileko Umeak y agradecer a la Junta Directiva su decisión de crearla y tirar adelante con el proyecto y sobre todo que se cuente con todos los socios que estén dispuestos a prestar su ayuda, de cualquier tipo para mejorar día a día y conseguir entre todos llevar a buen puerto dicho proyecto.
Esta otra parte es para contar la experiencia vivida por nuestra familia y sobre todo la mía personal en mi primer año de acogida, por si mi caso pudiera servir de ayuda a otras familias que como nosotros se embarquen en esta experiencia de acoger un niño.
Nosotros tenemos dos hijos de nueve y diez años (el verano de acogida) y lo primero que hicimos sentarnos con los niños y contarles lo que queríamos hacer, explicarles que era con la intención de que el niño@, en el tiempo que pasase con nosotros tenía que olvidarse de su entorno, divertirse, tomar el sol y comer sano, además de los problemas que podrían surgir y que verían recortado e invadido su espacio en casa y que tendrían que compartirlo con la nueva niña.
Tomamos la decisión entre todos y en la solicitud pusimos que queríamos una niña de la misma edad que nuestros hijos ya que ellos lo querían así para poder jugar.
La espera fue larga, estábamos muy ilusionados y la primera sorpresa nos llego el día que nos entregaron la foto y los datos de la niña, pues esta tenía tan solo cinco años. Nuestros hijos se sorprendieron e inmediatamente cambiaron el chip, de quererla para jugar a ver que la tenían que cuidar y enseñar, agrandándose nuestra ilusión.
Llego el gran día, a pesar del madrugón los niños se levantaron a la carrera para ir al aeropuerto y tras la larga espera, por fin la niña. Tan menuda, tan blanca, con un aspecto tan frágil. Que los pocos segundos desde que salió hasta que nos la entregaron, sentimos una gran emoción, nada más entregárnosla mis hijos la dieron una muñeca que no la hizo ni caso y comenzó a llorar. Todos nos decían que era normal por el cansancio del viaje, etc. Y así lo creímos ya que se quedo dormida en el coche durante el viaje.

Unknown dijo...

Pasamos quince días horribles, lloraba, se enfadaba, no comía, etc. Por mucho que te cuenten las familias de apoyo y te preparen los psicólogos, nunca estas bien preparada, no podíamos controlar la situación. Nuestros hijos le dejaban todo y cuando cogían otra cosa se la quitaba ella, les pegaba enfadada y ellos no comprendían la situación, lloraban los dos porque la veían llorar a Alevtina y les daba pena y así día tras día.
Por circunstancias de la vida tuvimos que acoger a su hermana Kateryna que había venido con otra familia, el reto era enorme, si teníamos problemas con una con dos, más nuestros hijos y por lo que nos dijo el matrimonio del comportamiento de katy. Pensábamos que las íbamos a pasar canutas, pero cuál fue nuestra sorpresa que el cambio fue radical.
Katy la mayor, se esforzaba por entenderse con todos nosotros, probaba la comida y le decía a la pequeña que comiese y la pequeña se empezó a sentir contenta en todo momento a hacernos reír y ha sido la que mas y mejor se expresaba en castellano con nosotros, lo que hizo que lográsemos ser una gran familia numerosa de seis miembros.
Y llego el día de la despedida, fue horrible la pequeña Alevtina se fue llorando y mis hijos y yo también, era como si nos faltara algo, es increíble como se les echa de menos sobre todo las primeras semanas.
Pero así es la acogida y hay que esperar al próximo año para tenerlas otra vez con nosotros y esta vez a las dos desde el primer día.
Con esto quiero decir que con paciencia, comprensión, cariño, perseverancia y escuchándolas aunque no las entiendas, que vean que las prestas atención, todo se puede conseguir. Esta es la mejor y mayor experiencia que he vivido, me siento tan satisfecha y tan llena, en pensar de cómo vinieron a como se fueron y cuando nos escriben o hablamos por teléfono, lo agradecida que esta su madre y lo contentas que se ponen las niñas, que no se puede explicar con palabras.
Para nosotros son nuestras niñas y no hay día que no las echemos de menos y deciros que la experiencia es muy gratificante y merece la pena al ciento por ciento.
Un saludo a todos@s Susana.

Unknown dijo...

Hola Susana. Hemos hablado varias veces. Soy la otra Susana, que trabaja en el hospital de Cruces. Me parece que teneis mucho coraje trayendo a las dos niñas cuando ya teneis vosotros otros dos hijos. Que 4 niños dan mucho trabajo.
Nuestra experiencia en este primer verano ha sido totalmente distinta. NUestro niño llorò 5 minutos el dia que llegò, cerca de la noche, pero èl nos indicaba que no estaba triste ni le dolia nada. Era puro cansancio, porque segùn se metiò en la cama se quedò dormido. Y el primer dìa que se tuvo que duchar lo hizo con la ropa interior puesta y nosotros pensamos, bueno, que se duche asì los dos meses si èl està màs còmodo. Pero solo fue esa vez.
Al terceer dìa tuvimos que llamar a nuestra familia de apoyo, porque casi no comìa. Y cual fue nuestra sorpresa que lo que màs le gustaba era el pescado. Y nosotros empeñados en ponerle pizza, croquetas, san jacobos y cosas asì.
Varias veces en este primer mes tuvimos que hablar con la familia de apoyo, pero no por cosas importantes. es que nos decìa algo y èl tratando de explicarse y nosotros que no entendìamos: Que me gusta pescar, que lo que me duele no son las muelas despuès dell dentista, sino la boca de tenerla abierta tanto rato, que sì que me dolìa un poco la tripa pero ya se me ha pasado......
A los quince dìas parecìa que toda la vida habìa estado con nosotros.
Aunque a mi hijo le costò aceptarlo porque està acostumbrado a jugar solo, a sus libros y sus pelìculas. Pero como dos no discuten si unono quiere(que el que no querìa era nuestro niño de verano) pues aqui paz y tù grita que yo ni caso.
En el mes de agosto ya eran tan amigos, que en el pueblecito donde pasamos esos dìas habìa que ir a buscarlos para las comidas porque pasaban las horas jugando.
Esto escribo para que las familias que estèn interesadas en acoger el pròximo verano se den cuenta que lo que viene a España son niños. Y los niños son niños aqui , en Ucrania y en las islas Fidji. Cada uno es diferente y tiene su caràcter. Unos son màs difìciles y otros dan menos problemas. Pero como dice Susana, cariño y paciencia,mucha paciencia. Y a contar los dias, que ya falta menos.
Y si alguien està interesado en acoger el verano que viene, venga ànimo. Saludos