domingo, 10 de abril de 2011

CHERNOBILEKO UMEAK: Homenaje a los liquidadores

Cuando faltan pocos días para que se cumpla el 25 aniversario de la Catástrofe Nuclear de Chernóbil, desde CHERNOBILEKO UMEAK, queremos hacer un homenaje a todos esos hombres, en su mayoría entre 20 y 30 años, que arriesgaron su vida para salvar la de millones de personas: los liquidadores de Chernóbil, tambien llamados Biorobots.

Se cree que entre 600.000 y un millón de personas participaron en los trabajos alrededor del Chernóbill entre 1986 y 1992, intentando minimizar las consecuencias del desastre. Estos héroes, de los cuales muchos no sabían a qué se exponían, trataron de paliar los efectos de la extensión de los materiales radiactivos que fueron despedidos a raíz de la explosión.

Bomberos, obreros, soldados y voluntarios se encargaron de apagar los incendios y construir el sarcófago para contener la radiación liberada durante el accidente. Estas personas se arriesgaron a construirlo sin equipo protector y absorbieron gran cantidad de radiación.

Según el video "La batalla de Chenóbil" emitido en RTVE 2, hoy, 25 años después se sabe que una tercera parte de esos hombres murieron a causa de la radioactividad antes de cumplir los 40 años, el resto, sobrevive malamente con grandes problemas de salud tanto físicos como psíquicos.De no haber sido por su voluntad, su entrega y su trabajo, otra explosión mucho peor a la primera hubiera ocurrido y Europa hubiera quedado inhabitable.


Es muy importante para nosotras y nosotros enviar un gran abrazo a todos los supervivientes de aquella catástrofe y a las familias de aquellos que no siguen entre nosotros. No hay palabras suficientes para agradecer la labor que hicieron, desde aquí expresaros de todo corazón que os estaremos eternamente agradecidos.


1 comentarios:

Naiara dijo...

El sábado a la noche dieron un documental muy impresionante en la "Noche temática" de TVE (en la 2)y me encantó. En el blog está colgado en enlace y a los que os interese os recomiendo que lo veáis porque pone los pelos de punta.

Un abrazo,

Naiara Cruz