SOS PARA ATENDER A NIÑOS UCRANIANOS
La crisis desploma las expectativas de hallar nuevas familias vizcaínas para acoger el próximo verano a menores de Chernóbil
31.01.12 - 02:23 - LUIS GÓMEZ | BILBAO.
La asociación Chernobileko Umeak ha lanzado un SOS para impulsar el próximo verano la acogida temporal de niños ucranios residentes en la región afectada por la mayor catástrofe nuclear de la historia. Las dificultades económicas por las que atraviesan numerosos hogares vizcaínos han desplomado las expectativas de sumar nuevas peticiones para atender a menores de entre 6 y 17 años provenientes de Chernóbil.
Los responsables de esta organización se resisten a perder los numerosos abrazos a la carrera que se repiten todos los finales de junio en la terminal de Loiu protagonizados por chavales que recalan en Bizkaia con la intención de coger fuerzas, mejorar, en muchos casos, su debilitada salud y escapar de la contaminación de su lugar de origen. 26 años después de la tragedia que acabó con la vida de más de 100.000 personas, la mala situación económica vuelve a interponerse entre el deseo de cientos de familias y muchachos que, como Olek, Alexy, Andrey, Rostilav, Serghy, Iryna o Tatiana, se han acostumbrado a compartir sus vidas durante dos meses junto a sus 'otros' padres.
La cifra de 'adopciones' voluntarias mantiene una tendencia a la baja desde 2009, año en que Chernobileko Umeak se desligó de la organización con la que llevaba trabajando algo más de 15. Si en 2008, los hogares vizcaínos atendieron a más de 170 pequeños, doce meses después, este número se redujo hasta los 140. El pasado verano el carácter solidario mostrado por los ciudadanos vascos trajo a Euskadi a 112 niños, de los que la mayoría -en torno a 90- se quedaron en hogares del territorio vizcaíno.
Pero la crisis continúa haciendo estragos. Se trata de una de las cifras más bajas de la historia. Si cada verano una media de entre 20 y 30 nuevas familias se incorporan a este programa, 2012 ha arrancado con muy mal pie. Apenas han recabado cinco solicitudes. «No hay familias este año», se lamenta Juanma Ortega, voluntario de la entidad. No es la primera vez que la organización difunde mensajes «de emergencia» para sacudir la conciencia ciudadana. En 2009, se comenzaron a planificar campañas de sensibilización, coincidiendo con el empeoramiento de la situación económica y la emisión de las primeras señales de alarma. Hasta la fecha, «mal que bien», todas las iniciativas se han cerrado con éxito. «Siempre hemos salido adelante».
«Todavía hay tiempo»
Chernobileko Umeak mantiene la esperanza de que la gente acabe finalmente respondiendo, aunque reconoce que se trata, «con diferencia, del ejercicio más complicado». Cree que «aún hay tiempo» para mejorar la situación de chavales que viven en una «situación extrema». Muchos de ellos padecen graves problemas respiratorios. El plazo de inscripción se cerrará a mediados del próximo febrero. Ortega entiende, en cierta forma, «el retraimiento» de la población vizcaína. Cada familia debe realizar un desembolso cercano a los 600 euros en costear el viaje de los menores.
«Es lógico que, con la que está cayendo, la gente se lo piense una, dos, tres y hasta cuatro veces. La ciudadanía tiene metido el miedo en el cuerpo», admite Ortega. Al menos, ninguno de los hogares que lleva tiempo acogiendo a menores se ha echado atrás. «Hay que pensar en que si la situación aquí es difícil, allá es muchísimo peor. La población no dispone de bancos de alimentos ni de comedores sociales», advierte Ortega, para quien la acogida de estos niños no tiene precio: «Tienen que llegar como sea».
EL VIAJE
170 euros es la subvención que aporta Chernobileko Umeak para sufragar cada viaje. Debido al encarecimiento del combustible, los miembros de esta organización creen que este año tendrán que efectuar un desembolso mayor, lo que entorpece las ya de por sí grandes dificultades que están encontrando.
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