Tras dos meses en Euskadi alejados de la zona afectada por la catástrofe nuclear de Chernobil y recuperando su salud, mañana regresarán a sus casas en Ucrania junto a sus familias las niñas y niños de Chernobileko Umeak, a excepción de los menores que llegaron en el segundo y tercer viaje que lo harán un día más tarde. Y a pesar de que la mayoría de ellos regresará el año que viene, algunos han viajado a Euskadi este verano por última vez.
Por ello, ayer se celebró una comida de despedida para las ocho niñas y niños que finalizan el programa este año en el restaurante Maloka de la playa de la Arena. En ella se les hizo entrega a cada uno de ellos de un lauburu y un diploma de agradecimiento por su participación en el programa con el siguiente mensaje: No hay que llorar por lo que se fue, hay que abrir los brazos y recibir lo que viene.
Por otra parte, a la tarde tuvo lugar una fiesta de despedida para todas las niñas y niños y sus familias de acogida en el mercado de abastos de Portugalete, en la que pudieron merendar, disfrutar de la música y cantar en el karaoke, oportunidad
que no desaprovecharon para enseñarnos muchas canciones típicas ucranianas.
Desde aquí aprovechamos para agradecer al Ayuntamiento de Portugalete, Surposa y Mikel su colaboración, que ha hecho esta fiesta posible, y para desear un feliz regreso a casa a todas las niñas y niños, ¡antes de que nos demos cuenta estarán de nuevo con nosotros!
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